14/09/2024

Mt 2, 13-15. 19-23

PARA EXAMINAR LA CONCIENCIA – UNA SOLA FAMILIA

«Yo voy a reunir de todas las naciones a mi pueblo, en una sola familia, un solo pueblo santo. Y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios» (Ez 36, 24.28).

Eso dice el Señor.

Una sola familia: la Santa Iglesia Católica, que reúne de entre las naciones a todos los hijos de Dios.

Tú, sacerdote, eres medio de unión, porque tú eres padre, porque tú eres Cristo, y por Él, con Él y en Él eres cabeza, eres centro, haces familia, santificas, alimentas, sanas, reúnes, eres proveedor, eres pastor, eres esposo de la Santa Iglesia Católica, en la que haces de todo el pueblo de Dios, un solo pueblo santo, una sola familia.

Familia, esa es la obra de Dios. Desde un principio hombre y mujer los creó, y procrear y multiplicarse les mandó.

Familia, a través de la que Dios se manifiesta generando vida.

Familia, de la cual hay un solo modelo: la Sagrada Familia.

Unidad en Cristo, unidad en la fe, unidad en la esperanza, unidad en el amor.

Unidad, sacerdote: esa es tu responsabilidad.

Unidad, sacerdote, entre las familias y sus miembros, para establecer en cada familia el Reino de los Cielos, y así cada familia es un solo miembro que forma un solo cuerpo de Cristo, con un mismo espíritu, una sola fe, un solo Dios, una sola Iglesia, de la cual Cristo es cabeza.

Familia que acoge, que perdona, que olvida, que vive en armonía, en la que todos se ayudan, pero que también todos se afectan.

Tú eres, sacerdote, modelo y ejemplo de la segunda persona de la Santísima Trinidad, un solo Dios verdadero, que en tres Personas distintas manifiestan tu heredad.

Familia que adquiere la responsabilidad de educar, de hacer crecer y alimentar, de cuidar, de proteger, de aconsejar, de guiar, de reunir a sus miembros en un solo rebaño y con un solo pastor.

Eres tú, sacerdote, pastor del rebaño de Dios, unión de su pueblo para ser reunido en un solo pueblo santo de Dios.

Familia conformada a la perfección, siguiendo el modelo de la Santísima Trinidad, para ser a imagen y semejanza de Dios, porque Dios es padre y es madre, y Dios es amor.

Eres tú, sacerdote, quien bendice y une a las familias por el sacramento del santo matrimonio entre un hombre y una mujer en plena libertad, por su propia voluntad, que profesan uno a otro su amor, y les mandas: vayan a procrear y multiplíquense para que formen una sola familia, un solo miembro del cuerpo de Cristo. Y unes a las familias en torno a la Santa Iglesia, para ser Una, Santa, Católica y Apostólica.

Eres tú, sacerdote, el responsable de dar ejemplo, de ser un buen padre, de reunir a tus hijos en torno a la Madre.

Lo que une, sacerdote, es el amor.

No hay más definición de familia que Jesús, María y José, la Sagrada Familia de Nazaret.