PARA EXAMINAR LA CONCIENCIA – RECONOCIDOS POR LOS FRUTOS
«Por sus frutos los reconocerán» (Mt 7, 16).
Y tú, sacerdote, ¿qué clase de árbol eres?
¿Eres el árbol que nace de la semilla sembrada en tierra fértil?, ¿o eres el árbol que nace de la semilla que ha caído entre las rocas?
¿Eres el árbol que ha sido alimentando y regado con agua viva?, ¿o eres el árbol que ha crecido estéril y no da vida?
¿Eres el árbol que da fruto y ese fruto da buena semilla?, ¿o eres el árbol que da fruto seco y amargo, que no produce semilla?
Por sus frutos los reconocerán.
Y tú, sacerdote, ¿qué clase de profeta eres?
¿Eres el profeta que ha sido alimentado con la palabra de Dios, para ponerla en práctica y esparcir buena semilla?, ¿o eres el falso profeta que contamina con su amargor la buena semilla?
¿Qué clase de profeta eres?
¿Eres el que alimenta con la palabra y da vida?, ¿o el que con la palabra conduce a la muerte?
Por sus frutos los reconocerán.
Y tú, sacerdote, ¿qué clase de frutos le das a Dios?
¿Le das almas convencidas de la verdad de su creador, reunidas en un solo rebaño y con un solo Pastor?, ¿o almas que son como ovejas dispersas que vagan por el mundo sin Pastor?
Por sus frutos los reconocerán.
¿Qué clase de árbol eres tú?
¿El que alimenta con sus frutos el paraíso?, ¿o el que es cortado y arrojado al fuego eterno porque no sirve para el Reino de Dios?
¿Qué clase de profeta eres?
¿Eres el que grita en el desierto: rectifiquen el camino, porque el Reino de Dios está cerca?, ¿o eres el que escucha, y quiere creer, y quiere ser convertido, para dar el fruto que aún no ha concebido?
¿Cómo quieres ser tú reconocido: como el árbol que ha sido cuidado, alimentado, y que con sus frutos ha correspondido?, ¿o como el árbol que fue cortado y fue arrojado al fuego, porque no era árbol bueno, porque fue alimentado con agua viva, pero no era una buena semilla?
Por sus frutos los reconocerán.
Y tú, sacerdote, ¿qué clase de frutos quieres dar?
Rectifica tu camino, porque por tus frutos te reconocerán.