PREPARAR EL ADVENIMIENTO DEL REY
Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre
(Fuente: Espada de Dos Filos I, n. 1)
«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19)
Evangelio según san Marcos: 13, 33-37
Velen pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa.
«Hijos míos: mi misión es acompañar a mis hijos para que conviertan sus corazones, para que, cuando mi Hijo vuelva, encuentre fe sobre la tierra, y un Reino preparado y bien dispuesto para recibir a su Rey.
Yo peregrino en el mundo buscando la conversión de los pobres pecadores, y traigo conmigo las gracias para ellos: la salud, la fe, la esperanza, el amor, la perseverancia, la confianza y la vida.
Yo camino en medio del mundo buscando un refugio, una posada, una morada para mi Hijo, como cuando vino al mundo, pero el mundo no lo recibió.
Yo preparo el mundo, y les doy las gracias que necesitan para que, cuando mi Hijo vuelva a buscar lo que es suyo, lo que le pertenece, los suyos sí lo reciban, y encuentre todo preparado, limpio, digno, con fe.
Estén preparados para cuando llegue el Rey, porque llegará sin avisar. Él anuncia que va a venir por segunda vez, ya no para hacer un sacrificio, sino para recoger sus frutos.
Acudan a mi auxilio de Madre, y yo los ayudaré a creer en Él y a construir y preparar su advenimiento, para que, cuando llegue, no encuentre su morada como en su nacimiento: en un pesebre pobre y escondido, sino un Reino rico en fe, en esperanza y en amor, esperando al Rey que vendrá con toda su majestad y esplendor».