ILUMINAR AL MUNDO CON LA LUZ DE CRISTO
Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre
(Fuente: Espada de Dos Filos III, n. 22)
«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19)
Evangelio según san Marcos: 4, 21-25
No se enciende una vela para meterla debajo de la cama.
«Hijos míos: en mi vientre brilla la luz para el mundo. Luz que Dios dio a los hombres a través de mi amor de Madre. Pero los hombres no la recibieron, porque amaron más las tinieblas que la luz; todo el que obra mal aborrece la luz. Pero el que obra la verdad va a la luz. Y es así que se manifiestan las obras de Dios.
Es así como yo quiero hacer llegar mi amor a ustedes, mis hijos, llevándolos con mis obras a la luz, para que vuelva a brillar la luz a través de ustedes, para el mundo entero, por mi amor de Madre. Jesús es la luz del mundo. El que lo siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida. Y es a través de su Palabra que la luz brilla, para que llegue a todo el mundo y alcance a todos los hombres en todos los rincones de la tierra. El que sigue a Jesús no camina en la oscuridad.
Ustedes han sido encendidos con la luz de Cristo, y esa luz no es para guardarla, no es para esconderla, no es para apagarla. Esa luz es para mostrarla como una vela en el candelero, para que alumbre el sendero por el que caminan las almas para que lleguen al cielo.
Pero si tienen miedo de salir al mundo y mostrar su luz, si viven resignados y permanecen en un mismo rincón, alumbrando tan solo un pedacito del mundo, están limitando el brillo de su luz. Si no alimentan el fuego del amor en sus almas con la Palabra y la Eucaristía, y si no practican obras de misericordia, si esconden esa luz debajo de la cama, ¿quién verá la luz?
Cristo es la luz del mundo que alumbra la vida, y renueva, disipando las tinieblas de la oscuridad de la mentira y de la muerte. El que lo siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá luz para la vida.
Acompáñenme, para que sean ustedes el faro que guía a los que no saben seguir a Jesús, y muéstrenles el camino, para que ellos también caminen en la luz».