SER SEÑALES DE AMOR Y MISERICORDIA
Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre
(Fuente: Espada de Dos Filos III, n. 46)
«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19)
Evangelio según san Marcos: 8, 11-13
¿Por qué esta gente busca una señal?
«Hijos míos: nadie sabe ni el día ni la hora, pero el Hijo del hombre vendrá a buscar lo que le pertenece.
Muchas son las señales, pero los hombres no las ven, porque son señales hermosas que manifiestan el amor de Dios y su misericordia. Son las obras de Dios. Pero los hombres esperan las señales terribles para creer, para prepararse, para decidirse a cumplir los mandamientos de Dios, para arrepentirse, para pedir perdón. Y no creen en su Palabra.
¡Cuidado!, están tentando a Dios. Eso no es vivir de acuerdo con el amor. Vivir de acuerdo con el amor es vivir de acuerdo con Cristo, en coherencia de vida, teniendo sus mismos sentimientos, haciendo sus obras, cumpliendo sus mandamientos, amando a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como Él los amó.
Mi Hijo vino a salvar a muchos, pero hay algunos que no quieren ser salvados, que no quieren ver, que no quieren oír. Y no hay más ciego que el que no quiere ver y más sordo que el que no quiere oír. Crean en Cristo, demuestren su fe, y no pidan más señales que las que ya les ha dado Él. ¿Acaso necesitan una señal más grande que la Cruz, en la que Él mismo ha sido crucificado para perdonar los pecados de ustedes y lavar sus almas con su preciosa sangre?
No pidan señales, busquen las señales remando mar adentro, y encuéntrenlas en el interior y en la intimidad de sus corazones. No sean ustedes como los que piden señales porque no tienen fe, los que no creen, los que persiguen, calumnian, difaman, juzgan, critican, destruyen, y no aceptan la institución de la Iglesia que el mismo Cristo fundó, ni la roca sobre la que Él construye su Iglesia. Antes bien, sean ustedes señal del amor y de la misericordia del Señor, y permanezcan unidos en la barca de la Iglesia, que es señal de salvación. Cristo es el camino y el puerto seguro. Permanezcan en Él».