04/02/2025

MCM Mc 9, 38-40

PERMANECER UNIDOS CON MARÍA, LA MADRE DE DIOS

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre

(Fuente: Espada de Dos Filos III, n. 57)

«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19) 

 

Evangelio según san Marcos: 9, 38-40

El que no está contra nosotros, está a nuestro favor

 

«Hijos míos: yo soy la Divina pastora, digna discípula de Jesús, el Buen Pastor. La voluntad de mi Hijo es que sus ovejas sean reunidas en un solo rebaño y con un solo Pastor. Él es el único Pastor. Mi deseo es cumplir los deseos de mi Señor. Un solo rebaño quiere decir que todos los miembros de ese rebaño caminan con un mismo fin, hacia un mismo lugar, en un solo camino, guiados por un mismo espíritu de unidad. 

Miren mi rebaño, no hay una sola oveja igual a otra: algunas ovejas son guías de otras; algunas son madres; algunas son tan pequeñas que no pueden caminar al mismo ritmo que las demás; algunas son fuertes, otras son débiles; algunas son lentas y otras son ágiles. Qué más da, si todas siguen la voz de su Pastor por igual. Nadie puede prohibirles a ustedes obrar el bien, porque eso está a favor de mi Hijo, participando en la construcción del Reino de Dios. Los demonios luchan para hacer caer a las almas, para que no sean parte; pero los ángeles y los santos intervienen con su ayuda y su protección.

El que está con Cristo le entrega su voluntad y cumple el mandamiento que Él vino a enseñar. Amen al prójimo como Él lo amó y permanezcan en unidad: una sola familia, un pueblo santo de Dios, porque ese es el mandamiento del Señor. Un pueblo dividido es un pueblo débil, frágil, fácilmente tentado, acechado y destruido; es un pueblo en donde falta fe, en donde no hay esperanza, en donde la caridad no se ve.

Permanezcan en la fidelidad y nunca se separen de quien es la Vida, porque caerían en la muerte. Nunca se separen de quien es la Luz, porque vivirían en la oscuridad. Nunca se separen de quien es la Verdad, porque su vida sería una mentira. Nunca se separen de quien es el Camino, porque vagarían perdidos en un mundo que los encadena y los devora.

Invoquen al Espíritu Santo, para que permanezca en ustedes, porque Él es derramado a los corazones de los que aman a Dios.

El que permanece en la presencia del Espíritu Santo, permanece en Dios. Pero el que blasfema contra el Espíritu Santo, ese no será parte, ese será condenado, porque ese no obedece la Palabra de Dios, y ese está en contra del amor; y el que está en contra del amor no puede participar en el Reino de Dios, porque Dios es amor».