ELEGIDOS PARA SER APÓSTOLES DE AMOR
Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre
(Fuente: Espada de Dos Filos VII, n. 37)
«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19)
FIESTA DE LOS SANTOS SIMÓN Y JUDAS, APÓSTOLES
Evangelio según san Lucas: 6, 12-19
Eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles.
«Hijos míos: acudan a mi llamado. Quiero que se reúnan como niños en torno a mí, que soy la Madre, y yo les haré conocer al Hijo como una madre conoce a su hijo desde el vientre y lo ama más mientras crece, y el amor aumenta y se fortalece. Amor entregado, que recibe y que da hasta hacerse infinito.
Él les enseñará que nadie tiene un amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Y entenderán que la fuerza y la sabiduría no están en el mundo, sino fuera del mundo, y que cuando Él vuelva no buscará una morada de ricos, sino de pobres de espíritu; no de poderosos, sino de humildes de corazón; no de tinieblas, sino de luz; no de mentiras, sino de verdad; no cerrada, sino expuesta al mundo, abierta para todo el que quiera llegar a adorar al Rey, que ha venido al mundo sin ser del mundo, a rescatar a los que se han perdido en el mundo, entregándose como Dios y como hombre a los hombres, para hacer a los hombres como Dios.
Él los ha llamado como a muchos, y los ha elegido como a pocos, y les da la libertad y la voluntad para seguirlo o para abandonarlo, para traicionarlo o para quedarse con Él cuando todos se han ido.
Quiero que aprendan de mí a conocer a mi Hijo, para que amen a Dios por sobre todas las cosas, para que sean apóstoles de amor, discípulos de Cristo, como yo».