ESCOGER LA MEJOR PARTE
Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre
(Fuente: Espada de Dos Filos VII, n. 7)
«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19)
FIESTA DE LOS SANTOS MARTA, MARÍA Y LÁZARO
Evangelio según san Lucas: 10, 38-42
Marta, Marta, muchas cosas te preocupan y te inquietan.
«Hijos míos: quien dispone su fe para obrar sirviendo a Dios, a través de los hermanos, ha encontrado el verdadero sentido de su fe. Porque una fe sin obras es una fe muerta.
Pero las obras sin fe están vacías, no sirven para nada. Quien recibe un tesoro, que lo ponga al servicio de los demás, porque muchos son los miembros del cuerpo, pero uno solo es el cuerpo del cual yo soy Madre: la Santa Iglesia, en donde todos los que son bautizados saltan de gozo al recibir al Espíritu Santo, y en donde el que quiera ser el primero que sea el último, el servidor de todos, como yo.
Esfuércense en vivir en unidad de vida, para que todos seamos uno, en Cristo. Que sus afanes y sus quehaceres no los alejen de mi Hijo, sino que se complementen. Que su vida activa se convierta en vida contemplativa, en medio del mundo, porque están cuidando lo importante, pero están descuidando lo necesario.
Una sola cosa es necesaria, y ustedes deben escoger la mejor parte, y nadie se las quitará. Recuerden en el servir y en el orar, en el obrar y en el amar, que una sola cosa es necesaria.
Reciban la Palabra de mi Hijo y medítenla, para la formación de sus almas, para la conversión de sus corazones, para animar su esperanza, para que renazca en ustedes la fe. Estén ustedes dispuestos a escuchar la Palabra de Dios, y Él hará lo demás».