30/01/2025

MCM Lc 14, 1-6

HACER LA CARIDAD SIEMPRE

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre

(Fuente: Espada de Dos Filos V, n. 62)

«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19) 

 

Evangelio según san Lucas: 14, 1-6

Si a alguien se le cae en un pozo su burro o su buey, ¿no lo saca, aunque sea sábado?

              

«Hijos míos: el Señor es dueño de todo. Él es dueño de la ley. Pero no ha venido al mundo a abolir la ley, sino a derramar su misericordia para darle plenitud; no ha venido al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. 

Yo soy Madre de misericordia. Es misericordia las obras de amor de mi Hijo, cuando ya no tenían vino, y les dio vino, renunciando a sí mismo, porque todavía no había llegado su hora. 

Cuando anunció el Reino de los Cielos, enseñando, curando, sanando, expulsando demonios. 

Cuando demostró que cuentan con la ayuda de los ángeles y de los santos, transfigurándose en medio de ustedes.

Cuando el Padre ha hablado y ha dejado claro quién es su Hijo amado.

Cuando se ha quedado para siempre con ustedes en la Eucaristía.

Cuando se ha entregado para morir, liberando al mundo de las ataduras del pecado.

Cuando les ha dado a su madre y los ha hecho hijos.

Cuando ha resucitado para darles vida.

Cuando ha enviado al Espíritu Santo para fortalecerlos con sus dones.

Cuando me ha coronado Reina de los cielos y la tierra, para que los ayude y los auxilie en todas sus necesidades.

Cuando ha enviado sacerdotes al servicio de los hombres. 

Yo quiero derramar la misericordia de mi Hijo sobre ustedes, mis hijos, para que se despojen de sus miserias y se llenen con la abundancia del amor de Cristo, para que sigan su ejemplo y hagan la caridad siempre. 

Vivan en la alegría del Señor, ámenlo, alábenlo, adórenlo, sírvanlo, contémplenlo, bendíganlo, y glorifíquenlo con sus obras, para que comprendan el sentido de las palabras: misericordia quiero y no sacrificio».