01/02/2025

MCM Lc 17, 11-19

SER AGRADECIDOS

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre

(Fuente: Espada de Dos Filos V, n. 78)

«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19) 

 

Evangelio según san Lucas: 17, 11-19

¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?

              

«Hijos míos: sean almas agradecidas, y glorifiquen al Señor con sus vidas. Alégrense, y correspondan sirviendo a Dios.

Agradezcan, porque su fe los ha salvado, cada vez que se han acercado al confesionario y, poniéndose de rodillas con el corazón contrito y humillado, pidieron perdón por sus pecados, creyendo por su fe que la absolución les devuelve la gracia necesaria para la salvación de sus almas, que mi Hijo Jesucristo ha ganado para ustedes, a través del único y eterno sacrificio agradable al Padre, por su muerte en la crucifixión y la vida eterna de su resurrección. Agradezcan porque les ha dado su vida y su perdón.

Agradezcan, porque les ha dado su misericordia. Porque estaban muertos y han vuelto a la vida, estaban perdidos y han sido encontrados, estaban heridos y han sido sanados. Agradezcan, porque no solo les ha dado su amistad, sino que, por filiación divina, les ha dado su heredad. Agradezcan, porque ha subido al cielo, y todo lo que le pidan en su nombre Él lo hará, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

Agradezcan, porque les ha dado la fe, para que crean en Él y hagan sus obras, y alimenten y fortalezcan su fe en primer lugar con la oración, en segundo lugar con la expiación, y en tercer lugar con la acción, a través de obras de misericordia. Porque no todo el que diga Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad del Padre que está en el Cielo.

Agradezcan, poniendo en obra su fe, porque la fe, si no tiene obras, está realmente muerta. Pero si ustedes tienen obras, mostrarán por las obras su fe, dejando como legado su entrega de vida, sirviendo a Cristo, haciendo lo que Él les diga».