VESTIRSE DE FIESTA
Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre
(Fuente: Espada de Dos Filos V, n. 68)
«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19)
Evangelio según san Lucas: 14, 15-24
Sal a los caminos y a las veredas; insísteles a todos para que vengan y se llene mi casa.
«Hijos míos: Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero.
Yo soy Madre, soy anfitriona, y por eso, servidora de todos. Yo misma invito, recibo, acojo, sirvo a los invitados, y ceno con ellos. Yo me encargo de que lleguen las invitaciones a todos los invitados, y de procurar que vengan vestidos de fiesta para que puedan entrar; de que la fiesta esté preparada, el banquete listo y los lugares en las mesas llenos; de que se honre al festejado; de atender y servir a los invitados, para saciar su hambre y saciar su sed.
El banquete está servido, pero los invitados no han venido. Yo los llamo desde el amor de mi Inmaculado Corazón. Yo los invito, hijos, y les insisto una y otra vez, porque mi Hijo es banquete para muchos, y merece ser honrado, alabado, adorado, recibido por todos los invitados. El que coma su Carne y beba su Sangre tendrá vida eterna. Pero solo será servido el que sea digno.
Jesús envía su invitación a todos los rincones del mundo, para que su llamado llegue a todos. A los que están ciegos y no ven, a los que están sordos y no escuchan. Yo intercedo, con corazón de madre, para que mis hijos reciban la invitación, para que se vistan de fiesta y acudan al llamado.
El llamado es hoy y es todos los días, porque el banquete está servido, todo les ha sido dado. Los invitados han sido llamados, pero no todos han venido. Y algunos, que han venido, no han sido escogidos, y los han echado fuera, porque no venían con traje de fiesta.
Jesús llama a la conversión de cada corazón, a hacer conciencia, y a darse cuenta de que todos están llamados a participar, para gozar de la alegría del cielo en el banquete eterno, en el cual la silla de cada uno de ustedes aún está vacía y Él los está esperando».