PEDIR CON INSISTENCIA Y CON FE

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre

(Fuente: Espada de Dos Filos V, n. 81)

«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19) 

 

Evangelio según san Lucas: 18, 1-8

Dios hará justicia a sus elegidos que claman a él.

      

«Hijos míos: permanezcan firmes en la fe, consiguiendo de Dios su favor a través de su constante oración insistente, confiada, abandonada y obediente, que pide sabiéndose amados y escuchados, pero que acepta la voluntad de quien lo ama, que, en su sabiduría, concede lo que mejor conviene.

Hijos míos: las gracias se derraman de arriba hacia abajo. Es necesario que ustedes oren y no desfallezcan, mientras el amor destruye el egoísmo, poniendo la primera persona en el otro, en Cristo, en quien tienen puesta toda su confianza, porque Dios hace justicia a sus elegidos que claman a Él día y noche.

Pidan al Padre como pide un hijo, sabiendo que el Padre los ama. Pídanle con insistencia y con fe, dispuestos a recibir, esperando con paciencia, entregándole su voluntad, abriendo sus corazones, llenos de esperanza, amándolo y adorándolo con todo el corazón, con toda el alma y con toda la mente, con amabilidad, con generosidad, con humildad, con justicia, demostrándole el amor de Cristo que vive en ustedes, que todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, y todo lo soporta. Pidan y nunca se cansen de pedir, porque todo el que pide recibe, el que busca encuentra, y al que llama se le abre.

Yo pido a Dios justicia para ustedes, mis hijos, para que, por justicia, reciban los dones y las gracias que no saben pedir, y que necesitan para obrar en la virtud, para actuar en conciencia con sabiduría, para ejercer esa justicia poniendo su fe por obra con actos de caridad, apelando a su Palabra, sabiendo que el Señor siempre cumple sus promesas, y les dará lo que necesiten, porque está escrito que los misericordiosos recibirán misericordia».