SABER APRECIAR LO QUE DIOS NOS DA
Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre
(Fuente: Espada de Dos Filos V, n. 87)
«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19)
Evangelio según san Lucas: 19, 11-28
A todo el que tenga se le dará con abundancia, y al que no tenga, aun lo que tiene se le quitará.
«Hijos míos: los dones para la salvación les han sido infundidos por el Espíritu Santo en el Bautismo: el don de la fe, la esperanza y la caridad, para que, obrando estos dones, Dios permanezca en ustedes y ustedes en Él.
Dios es Amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él. Al que se le da mucho, se le dará más, y al que tiene poco, hasta ese poco le será quitado.
Al que es fiel en lo pequeño se le confía lo grande.
Cuando mi Hijo venga a buscar lo que es suyo, constituirá su cuerpo con los que queden dentro, los que no hayan sido borrados del libro de la vida. Entonces Él mismo cerrará el libro y quedará sellado. La puerta se cerrará, y ni uno más podrá entrar, sino los que creyeron y permanecieron en Dios, y Dios en ellos. Mi Hijo volverá a buscar lo que es suyo, a llevarse lo que le pertenece, y que es parte de su cuerpo. Todo es suyo, porque por Él todo ha sido creado.
Y si por un hombre vino el pecado al mundo, por un hombre ha venido la salvación. Si por un hombre vino la muerte al mundo, también por un hombre ha venido la resurrección.
Pues del mismo modo que por Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo. Por Él todo fue renovado. Pero solo los que quieran permanecer en Él formarán parte de su cuerpo resucitado.
Yo ruego por ustedes, hijos míos, para que sean fieles y sepan apreciar lo que Dios les da; y entiendan que por su fe serán salvados, pero por sus obras serán juzgados, y que, por justicia, al que tiene poco, hasta ese poco le será quitado».