01/02/2025

MCM Lc 21, 12-19

CONFIAR EN LA PROTECCIÓN MATERNAL

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre

(Fuente: Espada de Dos Filos V, n. 94)

«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19) 

 

Evangelio según san Lucas: 21, 12-19

Todos los odiarán a ustedes por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá.

 

«Hijos míos: ante la contrariedad, la tribulación, la persecución, las calumnias, las injurias, la iniquidad, la impiedad, la indiferencia, la injusticia, el desamor, la incredulidad… no tengan miedo.

Hijos, nunca tengan miedo, porque nada les pasará. ¿Qué no estoy yo aquí que soy su Madre? Yo les doy este tesoro: la protección maternal de mi manto. Recuerden que Dios es bueno y misericordioso, y envió a su Hijo para llevarle la salvación al mundo entero, para llevarles buenas noticias, y darles amor y misericordia, para llevar la Palabra, que es la luz verdadera que ilumina a los hombres.

Cristo es portador de alegría, de buena nueva, de bienaventuranza, de amor, de misericordia, de paraíso, de cielo. El Espíritu Santo viene a recordarles todas las cosas, para que vivan con la alegría de servir a Cristo. ¡Lleven con alegría la tribulación! Manténganse firmes, perfeccionando la virtud de la fe, de la esperanza y de la caridad, poniendo buena cara ante la tempestad, confiando en que todo pasa, solo Dios permanece y solo Dios basta.

Entréguense en mis brazos. Estoy aquí y soy su Madre. Que no les aflija y no les preocupe cosa alguna, porque yo les muestro el camino seguro, camino con ustedes, y siempre los llevo de vuelta a Jesús».