23/01/2025

MCM Jn 6, 60-69

PERSEVERAR EN LA FE

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre

(Fuente: Espada de Dos Filos II, n. 67)

«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19) 

 

Evangelio según san Juan: 6, 60-69

Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

 

«Hijos míos: las palabras de mi Hijo Jesús son espíritu y vida. Y, a pesar de esto, algunos de ustedes no creen. Abran sus corazones y busquen en sus conciencias si hay algo en lo que aún no creen. Escúchenlo, porque Él ha ganado para el mundo la vida, pero está escrito que solo los que creen vivirán.

Él tiene palabras de vida eterna. Si no van a Él, ¿a quién irán?

Crean en el Evangelio, y en que se cumplirá hasta la última letra. Practiquen la Palabra, para que sigan a Cristo y sean instrumentos dóciles y fieles para transmitir su amor y su misericordia a los demás, para que de sus bocas salgan palabras de amor, y promesas desde sus corazones, entregando su voluntad a la voluntad del Señor, porque sientan arder su fuego en su interior. Remen mar adentro, con humildad y con honestidad, y descubran si ese fuego arde y si su celo apostólico está encendido con fuego vivo el día de hoy.

Crean en las palabras de vida eterna, y permitan que en ustedes viva el Señor. Permanezcan en el amor. Perseveren en la fidelidad, y nunca se resignen a vivir en la tibieza de un corazón de piedra, que los conduce a la muerte.

Las palabras de Jesús son espíritu y son vida. Escuchen su Palabra y llénense de Él y de su alegría. Yo intercedo por ustedes para que Dios aumente su fe; para que sean de los que creen y no de los que lo traicionan; para que sean de los que lo siguen y no de los que lo abandonan; para que sean de los que viven y llevan al mundo el mensaje de vida, y no de los que dan lástima, porque van pregonando su propia muerte con su vida.

Consideren que las palabras de Jesús son verdaderas, y Él ha dicho: el que no está conmigo está contra mí, el que no recoge conmigo desparrama; el que me niegue delante de los hombres, también yo lo negaré delante de mi Padre que está en los Cielos; entonces dirá a los que estén a la izquierda: apártense de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles, porque tuve hambre y no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de beber. 

Yo ruego por ustedes, para que crean y perseveren, porque también está escrito que el que persevere hasta el fin se salvará».