14/02/2025

MCM Jn 19, 31-37

REPARAR EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre 

(Fuente: Espada de Dos Filos VI, n. 50)

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«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón»(Lc 2, 19)

 

FIESTA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Evangelio según san Juan 19, 31-37

Le abrió el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua.

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«Hijos míos: ustedes aman a Cristo, porque Él los amó primero. Él es el único Dios verdadero, y Dios es amor. El amor consiste no en que ustedes amen a Dios, sino en que Él los amó primero, y les envió a su único Hijo como víctima de expiación por sus pecados. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. 

Permanezcan en el Sagrado Corazón de mi Hijo, desde donde han sido bendecidos y cubiertos de la preciosísima sangre de Cristo, para ser protegidos y preservados de tentaciones y del pecado, para que se mantengan unidos a Él, unidos a mí, en un solo corazón. 

El Sagrado Corazón, que está en la cruz y es traspasado por el dolor del pecado, es el mismo Corazón que por transubstanciación está en el altar y es Eucaristía. Y es traspasado por los que no creen en Él, por los indiferentes, por los fríos, pero sobre todo por los tibios. La Eucaristía es el Corazón de la Santa Iglesia, a través de la cual se derrama el amor y la misericordia del Sagrado Corazón de Jesús traspasado en la cruz. 

Permanezcan en el amor del Sagrado Corazón de Jesús, que les dice: “ven a mí cuando estés cansado y agobiado por la carga, que yo te aliviaré; toma mi yugo sobre ti, y aprende de mí, que soy manso y humilde de corazón”. Él te ofrece descanso, porque su yugo es suave y su carga ligera.

Sagrado Corazón herido y maltratado por el pecado de los hombres, y abierto y expuesto, en un último acto de entrega total, derramando su sangre hasta la última gota, para que se cumplieran las Escrituras.

Sagrado Corazón, que se alegra más por un solo pecador que se convierte, que por noventa y nueve justos, porque el Señor no ha venido a buscar a justos, sino a pecadores.

Sagrado Corazón agradecido, que alaba a Dios por haberles revelado la verdad, a ustedes, hombres sencillos, pero con corazones enamorados como el suyo, para que sean hombres según su corazón, que realicen todo lo que Él quiera.

Acudan a mi auxilio de Madre, y ofrézcanme sus corazones contritos y humillados, para que sean consagrados a mi Corazón Inmaculado, para que yo consiga para ustedes un corazón renovado, un corazón de Cristo, un corazón sagrado, un corazón enamorado, con el que realicen actos de amor, para reparar el desamor en el Sagrado Corazón de Jesús».