05/02/2025

MCM Mt 2, 13-18

PROTEGER EL TESORO DE LA VIDA

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre

(Fuente: Espada de Dos Filos I, n. 34)

«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19) 

 

FIESTA DE LOS SANTOS INOCENTES, MÁRTIRES

Evangelio según san Mateo: 2, 13-18

Herodes mandó matar a todos los niños menores de dos años en la comarca de Belén.

 

«Hijos míos: acompáñenme y compartan el dolor de mi corazón, por tanta sangre inocente derramada en el mundo, por tantos niños que no nacen y que mueren en el vientre de sus madres.

Cristo Sumo Sacerdote es el único Santo, inocente, libre de pecado, incontaminado, que no teniendo que ofrecer sacrificios diarios, realizó un sacrificio de una vez y para siempre, ofreciéndose a sí mismo por todos los que son débiles.

En aquel tiempo yo hubiera entregado a mi Hijo recién nacido para salvar a tantos inocentes. Pero yo no lo sabía. Y su tiempo aún no había llegado. Pero luego lo supe todo el tiempo: yo debía entregarlo para salvarlos a todos. Y lo entregué en la cruz, y lo entrego todo el tiempo en cada Consagración, en que el sacrificio se hace presente, porque es eterno.

Yo intercedo por ustedes, para que Nuestro Señor les conceda salvar su vida de la muerte espiritual, abriendo sus ojos a la Luz, porque Dios es luz y en Él no hay oscuridad. Para que se arrepientan y crean en el Evangelio, y con un corazón contrito y humillado vuelvan a la casa del Padre, para que reciban su abrazo misericordioso cuando se acerquen al confesionario y confiesen sus pecados, para que, por la sangre preciosa de mi Hijo, les sean perdonados.

Adoren a Jesús, vivan y contemplen el misterio. Hagan oración, consagración y sacrificio, y reciban mi auxilio y mi compañía, para que reciban mi protección. Porque el diablo, que es un homicida desde el principio, mentiroso y padre de la mentira, seductor del mundo entero, está al acecho, como león rugiente buscando a quien devorar. Pero el que es de Dios escucha las palabras de Dios. 

Es necesario que ustedes sean también salvadores de tantos niños inocentes no nacidos, cuando, predicando con el ejemplo y con la Palabra que el Espíritu Santo pone en sus bocas, logren persuadir a las madres para que no asesinen a sus hijos, evitando y erradicando el aborto.

Hijos ¡están matando a tantos hijos míos, y a tantas vocaciones desde antes de nacer! Los está matando la oscuridad, porque sus padres no quieren vivir en la luz. Los está matando la mentira, porque sus padres no quieren vivir en la verdad.

Yo les pido que custodien y protejan mis tesoros, porque los demonios intentarán robarlos. Sean dóciles y déjense guiar por el Espíritu Santo y encomiéndense a mi esposo José, para que los conduzca y los ayude».