SER MISERICORDIOSOS PARA RECIBIR MISERICORDIA

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre

(Fuente: Espada de Dos Filos VII, n. 32)

«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19) 

 

FIESTA DE SANTA FAUSTINA KOWALSKA

Evangelio según san Mateo: 12, 1-8 

Misericordia quiero y no sacrificios

    

«Hijos míos: La misericordia de Dios ha sido derramada en la cruz desde el Sagrado Corazón de Jesús. Él se ha entregado totalmente en las manos de los hombres. Él es la misericordia misma que los envía como apóstoles de su misericordia, a darle de comer al hambriento, a darle de beber al sediento, a vestir al desnudo, a visitar al enfermo, a acoger al peregrino, a visitar al preso, a darle santa sepultura al muerto, a enseñar al que no sabe, a dar consejo al que lo necesita, a corregir al que se equivoca, a perdonar los pecados, a consolar al triste, a sufrir con paciencia los errores de los demás, a orar por los vivos y los muertos.

Confíen en Jesús. Él es la misericordia infinita de Dios, el amor expresado en gracias, que son regalos de Dios para el mundo. Misericordia derramada a través del único y eterno sacrificio agradable a Dios: el Cuerpo y la Sangre de su Hijo Jesucristo. Cuerpo inmolado en una cruz, sangre derramada para el perdón de los pecados de los hombres, desde el Sagrado Corazón de Dios hecho hombre. Desde su costado el mundo fue renovado.

Hijos míos, hagan el bien siempre. Comprendan el sentido de las palabras: “Misericordia quiero y no sacrificios”, y no condenen a quienes no tienen ninguna culpa. Acudan a la oración, y pídanle al Señor que les dé la disposición para abrir sus corazones a recibir su gracia y su misericordia. No pierdan la oportunidad, que siempre está vigente, de acudir al Señor y a su Divina Misericordia, para convertir sus corazones, y de participar de la obra redentora del Señor, construyendo con Él el Reino de los Cielos, por lo que ustedes alcanzarán también su misericordia. Porque Él ha dicho: “Bienaventurados serán los misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia”».