05/02/2025

MCM Mt 5, 13-16

SER LUZ PARA ILUMINAR EL MUNDO

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre 

(Fuente: Espada de Dos Filos III, n. 34)

«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19) 

 

Evangelio según san Mateo: 5, 13-16 

Ustedes son la luz del mundo.

 

«Hijos míos: Jesús es su Maestro. Aprendan de Él a ser como Él. Síganlo para que brille en ustedes su luz para el mundo. Ustedes son la sal de la tierra y la luz del mundo. Es eso lo que Él les enseña. Y les enseña a cuidar su esencia, porque si la pierden se vuelven sal insípida, que no sirve para nada. Su esencia, hijos míos, es el amor. 

El amor une y diviniza al hombre. El amor es Cristo. Es el único mediador entre Dios y los hombres. Y, a través de Él, los hombres se vuelven hijos de Dios.

Pero, si ustedes pierden su esencia, si pierden el amor y se esconden y callan su voz, es como si la sal perdiera su sabor y se volviera insípida. No serviría para nada, porque fue creada para cumplir una misión, un objetivo claro, conciso, de acuerdo a su esencia, de una vez y para siempre.

Conserven encendido en sus corazones el fuego del amor que los une a Dios, para que se mantengan reunidos en un solo rebaño con un solo Pastor. 

Ustedes han sido creados para ser en todo como su Maestro. Aprendan de Él, y pídanle que mantenga encendida la luz que Él un día hizo brillar en ustedes, y que no es para esconderla, sino para mostrarla al mundo a través de sus buenas obras. 

Escuchen la Palabra de su Maestro y háganla suya. Vívanla, para que iluminen al mundo con su ejemplo, que es así como su luz brilla para darle gloria a Dios. 

Humíllense ante Él, para que puedan aprender. Permanezcan en la disposición de recibir y entregar el amor a través de sus obras, y perseveren obrando con misericordia, porque eso es lo que les enseña su Maestro. 

Reconózcanse discípulos y cumplan sus mandamientos, escuchando su Palabra y poniéndola en práctica. Es así como reciben y entregan el amor. Es así como conservan su esencia. Es así como son sal de la tierra y luz para el mundo.

La misericordia es la manifestación de la esencia del ser que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios. Dios es amor. Encuentren su esencia en Dios. Búsquenla remando mar adentro, en el silencio de su interior, y descubran quiénes son, para qué han sido creados, para qué fueron elegidos, y permitan a la luz de Cristo brillar en ustedes y en cada lugar al que ustedes vayan, porque ustedes son enviados como misioneros para ser la sal de la tierra y llevar la luz de Cristo a todos los rincones del mundo.

No pierdan su esencia. No pierdan su sabor. No escondan su luz. ¡Salen la tierra y brillen! Porque ustedes son hijos de Dios, luz que ilumina las tinieblas de los hombres, para que ellos también descubran su esencia y, a través de la sabiduría y del poder de Dios, vivan en el amor».