05/02/2025

MCM Mt 6, 7-15

ORAR CON PERFECCIÓN

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre

(Fuente: Espada de Dos Filos III, n. 94)

«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19) 

 

Evangelio según san Mateo: 6, 7-15 

Ustedes oren así: Padre nuestro que estás en el cielo

 

«Hijos míos: Jesús los enseña a orar como Él, y les da el tesoro de la oración perfecta que sale de su boca, pero proviene de su Sagrado Corazón. Imítenlo en todo. También en la oración, porque Él lo sabe todo, lo conoce todo, lo es todo. Él es la verdad, que se revela a través de la Palabra, para que la pongan en práctica, y la enseñen a los demás, como Él, a través de palabras que salgan de sus bocas, pero provengan de sus corazones, y a través de su ejemplo.

Jesús les enseña a alabar y a adorar a Dios, mientras le piden que intervenga en su vida entregándole su voluntad, para que se haga la suya, en la tierra como en el cielo. 

Los enseña a pedir como un hijo a su padre, que los provea, que los alimente, disponiéndose a recibir el pan celestial que les da vida aun después de la muerte. 

Les enseña a reconocerse pecadores, y aceptar ser perdonados en la medida en que ustedes perdonan a los demás. Les enseña a perdonar y a pedir perdón a los que los ofenden, no solo con palabras, sino con verdadera intención, amando desde el fondo de su corazón, poniendo la otra mejilla. 

Les enseña a orar, y a reconocerse frágiles y débiles, necesitados de su gracia para no caer en la tentación, rechazando todo afecto al pecado, pidiéndole al Padre que los libre de todo mal, confirmando su fe, aceptando el bien y rechazando el mal.

Jesús les enseña a orar con perfección, pidiéndole al Padre con humildad y devoción, con insistencia y con todas sus fuerzas, con toda su alma, con toda su mente y con todo su corazón, dispuestos a recibir, no porque merezcan por sus propios méritos, sino porque Él ha conseguido para ustedes, con su amor, la Divina Filiación que les merece la heredad como hijos de Dios. Y esa es la verdad revelada en la perfecta oración.

Ustedes que han creído oren juntos y pidan al Padre, y hagan las obras que hace mi Hijo, y aún mayores, porque Él ha subido al Padre, y todo lo que pidan en su nombre Él lo hará, para que el Padre sea glorificado en el Hijo».