05/02/2025

MCM Mt 7, 21. 24-27

HACER LA VOLUNTAD DE DIOS

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre

(Fuente: Espada de Dos Filos I, n. 5)

«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19) 

 

Evangelio según san Mateo: 7, 21. 24-27

El que cumple la voluntad de mi Padre entrará en el Reino de los Cielos.

 

«Hijos míos: confíen en el Señor, y hagan su voluntad, porque no todo el que le diga: ‘¡Señor, Señor!’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que cumpla la voluntad del Padre, que está en los Cielos. Es necesario escuchar su Palabra y ponerla en práctica. Mi Hijo Jesús les advierte, porque los ama.

Su Palabra es la verdad que es Él mismo. Es el amor que ha sido derramado al mundo, para incluirlos en esa única verdad de Dios. Porque tanto amó Dios al mundo, que le dio a su único Hijo, para que todo el que crea en Él no muera, sino que tenga vida eterna.

La Palabra es dinámica, está viva, fortalece el alma, fortalece la fe de cada hombre dispuesto a recibirla y a transmitirla, para ganar almas para el Reino de Dios.

Palabra que sale de la boca de una mujer que dice sí, y que Él mismo pone en su boca, en sus labios y en su corazón; y la encarna en su vientre puro e inmaculado, digna morada de Dios. 

Palabra que se vuelve presencia cuando la fe de los hombres se transforma en las obras de Dios.

Palabra que no regresa vacía, porque la Palabra recoge, acoge, guarda, enriquece y diviniza, alimenta, sostiene, purifica, vivifica, santifica y salva.

La Palabra es el poder de Dios para divinizar al hombre, actuando en lo más íntimo, en la esencia del ser.

Sin la Palabra el hombre es como una flor marchita que nadie ha tenido cuidado de regarla, de cuidarla, de protegerla, y se pierde en la indiferencia de una tierra árida, en la que su misma semilla se pierde, se muere.

Dios dijo: “hágase”, y todo fue hecho. Ese es el poder de la Palabra, y ese es el poder que Jesucristo ha traído al mundo.

Todo está en el plan de Dios. Confíen en el Señor y hagan lo que Él les diga».