06/02/2025

MCM Mt 11, 16-19

CREER POR LAS OBRAS

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre

(Fuente: Espada de Dos Filos I, n. 13)

«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19) 

 

Evangelio según san Mateo: 11, 16-19

La sabiduría de Dios se justifica a sí misma por sus obras.

 

«Hijos míos: contemplen conmigo la luz engendrada en mi vientre, que es el Verbo encarnado en mí, para nacer al mundo, para iluminar al mundo entero.

Palabra que ha sido plasmada en el papiro, por el dedo de Dios, como mi imagen ha sido plasmada en la tilma de Juan Diego, para dar testimonio de la verdad, y que los que tengan ojos vean, para que se predique la verdad, y los que tengan oídos, oigan.

Palabra que ha sido plasmada en sus corazones, por el amor de Dios, para encender sus corazones.

Palabra por la que Dios llega a lo más íntimo del corazón de los hombres, y que Él mismo engendra en el vientre de la pureza inmaculada de la Mujer perfecta, que con una palabra Él creó para Él mismo, para ser su morada, y la llamó Madre.

Que mi imagen plasmada en la tilma sea testimonio del amor a mis hijos, a los más pequeños, como el pueblo que yo he escogido para quedarme y recordarles mi presencia en el mundo, trayendo al mundo la luz, que es la Palabra encarnada que proclama la misericordia de Dios, en cada templo, en cada parroquia, en cada capilla; Palabra de vida, que es infinita y eterna.

Que sean las rosas testigos de mi amor, plasmando la misericordia de mi Hijo en cada corazón, para que la luz llegue a todos los rincones de la tierra, para que crean en Él, porque la sabiduría de Dios se justifica a sí misma por sus obras».