07/02/2025

MCM Mt 17, 14-20

MOSTRARSE FIRMES EN LA FE

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre 

(Fuente: Espada de Dos Filos IV, n. 54)

«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19) 

 

Evangelio según san Mateo: 17, 14-20

Si ustedes tienen fe, nada les será imposible.

              

«Hijos míos: a ustedes les falta fe. Si tuvieran fe, nada sería imposible para ustedes. Yo pido para ustedes la fe que les falta, y piso la cabeza de la serpiente, pero es Cristo quien tiene el poder y los fortalece. Abran los ojos del alma, que son más fuertes que los ojos del mundo. Es el Hijo que llevo en mi seno el que, con su luz, cega los ojos del mundo, para abrir a la gracia los ojos de sus almas, y que puedan verlo con su majestad y poder; y que puedan sentirlo con su amor y su paz; y que puedan creer en Él, y fortalecerse en Él, y vivir en Él, como Él vive en ustedes. Entonces tendrán el poder de Él para vencer al enemigo, porque sobre Él no tiene ningún poder.

Tengan fe, pidan con fe y confíen en que Dios se compadecerá de ustedes, de sus sufrimientos, de sus necesidades, de sus debilidades, de sus enfermedades, de sus dolencias, y muéstrenle que, a pesar de la tribulación, de las tormentas, de los vientos fuertes, de la inseguridad, de su impotencia, y de sus miserias, se mantienen firmes a sus creencias, en la esperanza de recibir de Él su favor, su misericordia y su providencia, y díganle: “Señor, yo creo, pero aumenta mi fe”.

La fortaleza está en la humildad de reconocerse débiles y frágiles, tentados y pecadores, necesitados de Dios, pequeños e indignos, pero como hijos agradecidos y entregados a su bondad y a su misericordia. Yo ruego por ustedes para que la soberbia no los domine, para que Dios aumente su fe y su humildad, para que sepan reconocerse y arrepentirse, y tengan el valor de acudir a la reconciliación y a la amistad de Cristo en el confesionario, avergonzados porque Él los ha escogido entre tanta gente, pero les falta confianza, les falta fe, se sienten débiles y cansados, la duda los asalta, y la tentación los vence, pero creen firmemente que el Señor está presente, que los ve, que los oye, que los perdona, y que atiende sus súplicas porque los ama.

Jesús conoce a cada uno de ustedes, y los llama por su nombre. Él es un amigo fiel que no pierde en ustedes su confianza ni su esperanza. Confíen, porque nada es imposible para Dios».