SER TODO DE DIOS

Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre 

(Fuente: Espada de Dos Filos IV, n. 69)

«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19) 

 

Evangelio según san Mateo: 20, 1-16 

¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero?

               

«Hijos míos: Dios es justo y misericordioso. Por su justicia les dará lo que merecen, y por su misericordia les da lo que les conviene. Pero Dios, que es bueno, adelanta su misericordia a su justicia, porque los conoce, y los ama, y les da mucho más de lo que merecen.

Permitan que Él haga con ustedes lo que Él quiera. Confíen en Él, y abandónense en sus manos, seguros de que Él obra en ustedes, según les conviene. Acepten todo lo que Él les quiera dar, con alegría y con humildad, sin quejas ni reclamos, sin codiciar los bienes ajenos, sin despreciar, por su soberbia y egoísmo, los bienes eternos. 

Dios sabe más. No pretendan arrancarle los favores que no merecen, ni rechacen lo que su Señor les quiere dar. No sean obstáculo, sino conducto de su gracia. No cuestionen a Dios, no estorben sus planes. Antes bien, acepten su voluntad, y ayúdenlo a cumplir sus planes, entregándole su voluntad.

Agradezcan lo que les dé y denle lo que les pida, porque si creen en Él y en que Él es el Hijo único de Dios, entonces deben creer que Él hace todo para su bien. El Señor es el Bien Supremo, el Todopoderoso, el Rey Misericordioso y Eterno. Dejen que tome posesión de ustedes totalmente. 

Pero, para eso, deben renunciar a ustedes mismos completamente, entregándole su libertad y su voluntad, confiados en la bondad de su divinidad, y en su fidelidad por siempre, de manera que ya no sean ustedes, sino Cristo quien viva en ustedes, y haga con ustedes, y a través de ustedes, lo que Él quiera. Yo dije sí, y ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede».