CREER EN LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Meditando el Evangelio desde el Corazón de la Madre
(Fuente: Espada de Dos Filos VI, n. 39)
«María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2, 19)
FIESTA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Evangelio según san Mateo: 28, 16-20
Bauticen a las naciones en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
«Hijos míos: está escrito que tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su único Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Esa es la misión del Hijo, que, aun siendo enviado, permanece unido al Padre, porque son uno, en el Espíritu, en una Santísima Trinidad, tres personas distintas y un solo Dios verdadero.
Él ha sido elevado, su costado ha sido perforado, y su Sagrado Corazón expuesto, que revela al mundo el poder de su infinita misericordia, derramada en su sangre hasta la última gota, para unir al pueblo de Dios con Él, por los lazos indisolubles del Espíritu, a través de los sacramentos, haciendo discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Eleven su mirada al cielo y pídanle a la Santísima Trinidad fe, para ustedes y para el mundo entero. Y por esa fe caminen con los pies en el suelo, pero con el corazón en el cielo, participando de esa unión trinitaria de Dios, que, por Cristo, los hace uno con el Padre en el Espíritu, para que hagan sus obras, creyendo que Él es el único Hijo de Dios, que ha venido al mundo para liberarlos, para salvarlos, para perdonarlos, para librarlos de la esclavitud del pecado y de la muerte, para darles vida en abundancia. Permanezcan unidos a Cristo. Lo que une es el amor. Crean en la divinidad trinitaria: tres personas distintas, un solo Dios verdadero, que santifica, que salva, y que da vida eterna.
Yo soy Madre del Amor y Madre de Misericordia. Así es como soy Templo, Trono y Sagrario de la Santísima Trinidad, que es un solo Dios, y que vive en mí y yo vivo en Él. Y Él es desde siempre y para siempre.
Yo soy hija de Dios Padre, madre de Dios Hijo, y esposa de Dios Espíritu Santo. Yo soy misericordia y auxilio para ustedes, mis hijos, para que reciban la gracia para permanecer en la virtud, en la fe, en la esperanza y en el amor, que Dios ha infundido en sus corazones por el Espíritu Santo que les ha sido dado».