16/12/2024

Lc 6, 27-38

EVANGELIO

Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.

+ Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 27-38 

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, déjalo llevarse también la túnica. Al que te pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. 

Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores aman a quienes los aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el bien, ¿qué tiene de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores. Si prestan solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores prestan a otros pecadores, con la intención de cobrárselo después.

Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar recompensa. Así tendrán un gran premio y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno hasta con los malos y los ingratos. Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.

No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos”. 

PREGONES (Reflexión del Santo Evangelio según san Lucas 6, 27-38)

«Amar a los enemigos no es sólo perdonar sus ofensas, sino desearles el bien y hacerles el bien. Jesús es el perfecto amor. En la Cruz nos da ejemplo de la caridad perfecta. “Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes” quiere decir: ama a tu prójimo como a ti mismo. En esta enseñanza se contiene todo el Evangelio, y se resume toda predicación.  

Amar a los enemigos, es amar de manera extraordinaria, siguiendo el ejemplo de Jesús, modelo de toda virtud. Él amó a los que lo crucificaron. Más grande fue su dolor por ser lastimado por quien tanto  amó, que, por todas las heridas de su cuerpo, y aun así, dio la vida por ellos.  

Somos creados para amar y ser amados. Jesús glorifica a su Padre a través del amor a la humanidad, porque es por quien todo ha sido creado. Por tanto, hemos sido creados para Él y tenemos vida en Él, por Él, con Él; y es por eso que Él nos ama y al mismo tiempo se ama a sí mismo. Él ama a todos, y nos da la oportunidad de vivir con Él en la eternidad, nos da la salvación a todos, también a sus enemigos. Él es el modelo y ejemplo de toda virtud. Él es el Maestro. Él es la Verdad. Él es la Vida. Y Él ha venido a enseñarnos a practicar la ley de la perfecta caridad, para unirnos a Él, y así ser perfectos como su Padre celestial.   

Ama tú como ama Jesús, teniendo sus mismos sentimientos, amando a todos, no sólo a los que te aman, sino a los que te ofenden. Aprende a amar como María, que amó con perfección, sufriendo el martirio de la pasión de Cristo en su corazón, porque amaba a Jesús, y amaba a Juan, pero también a Judas, a Poncio Pilatos, a Herodes, y a cada discípulo que lo abandonó. Aprende de Ella a amar con amor de Dios, con amor de Madre, con perfecto amor».