16/12/2024

Lc 19, 45-48

EVANGELIO

Ustedes han convertido la casa de Dios en cueva de ladrones.

+ Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 45-48

Aquel día, Jesús entró en el templo y comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban allí, diciéndoles: “Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones”.

Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del pueblo, intentaban matarlo, pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente de sus palabras. 

PREGONES  (Reflexión del Santo Evangelio según san Lucas 19, 45-48)

«Todo cristiano es un Templo de Dios, en donde habita el Espíritu Santo. Jesús es un hombre y Dios justo, que, por su justicia, castigará a todo aquel que con sus malas intenciones o sus malas acciones lastime, desprecie, dañe, o convierta un templo santo de Dios en cueva de ladrones.

Algunos han convertido los templos de Dios, que son sus propios corazones, en mercados, en donde, en lugar de amigos, encuentra usureros y ladrones. Pero otros han convertido sus corazones en casa de Dios, casa de oración, Templo sagrado, lugar de descanso, un Betania, en donde tienen un encuentro con Jesús como amigo, lo reciben, lo escuchan, lo atienden, lo sirven, lo aman y se dejan amar por Él.

Betania no era un Templo Sagrado, pero era el lugar del descanso del Rey, en el que sus amigos lo recibían. Él comía con ellos y ellos con Él. Betania es cada corazón convertido en un Templo santo, en donde es bien recibido el Hijo de Dios.

Algunos corazones se han vuelto como mercados, han sido descuidados y profanados, y Él viene a limpiarlos, a cuidarlos, a reclamar lo que es suyo.

Otros permanecen como templos santos, corazones bien preparados y dispuestos, que son como Betania, en donde Él encuentra un lugar para descansar.

Convierte tu corazón en un templo santo de Dios, un lugar de descanso para el Rey. Recíbelo como huésped en tu alma, igual que cuando recibes a un amigo, ábrele la puerta, ten un encuentro con Él, habla con Él, ten trato con Él, cuéntale tus cosas, pendiente a sus palabras. Entonces Él cenará contigo y tú con Él, descansará en ti y tú en Él».