29/11/2024

Jn 10, 1-10

EVANGELIO

Yo soy la puerta de las ovejas.

Del santo Evangelio según san Juan: 10, 1-10

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: “Yo les aseguro que el que no entra por la puerta del redil de las ovejas, sino que salta por otro lado, es un ladrón, un bandido; pero el que entra por la puerta, ése es el pastor de las ovejas. A ése le abre el que cuida la puerta, y las ovejas reconocen su voz; él llama a cada una por su nombre y las conduce afuera. Y cuando ha sacado a todas sus ovejas, camina delante de ellas, y ellas lo siguen, porque conocen su voz. Pero a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños”.

Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron lo que les quería decir. Por eso añadió: “Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes que yo, son ladrones y bandidos; pero mis ovejas no los han escuchado. 

Yo soy la puerta; quien entre por mí se salvará, podrá entrar y salir y encontrará pastos. El ladrón sólo viene a robar, a matar y a destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. 

PREGONES (Reflexión del Santo Evangelio según san Juan 10, 1-10)

«Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres. Él, a través de su sacrificio, ha abierto la puerta para que los hombres puedan llegar al cielo. La puerta es de cruz.

Jesús es el Buen Pastor, y es la puerta de las ovejas. Todo el que entre por esa puerta se salvará. Pero el que no quiera entrar por esa puerta, e intente saltar por otro lado, será tratado como un ladrón. 

Todo aquel que quiera ir al Padre debe ir primero al Hijo, porque nadie va al Padre si no es por el Hijo. Y el que escucha y reconoce la voz del único y verdadero Pastor, lo sigue; hace lo que Él le dice; entra con confianza por la puerta que Él le abre, que es la Santa Iglesia; cumple sus mandamientos; y acude a los sacramentos, para beber de la fuente de agua viva, que da vida en abundancia.

Permanece tú atento y a la escucha de la voz de tu Pastor. El Señor es tu Pastor y nada te faltará. Te protegerá de tus enemigos y te conducirá a la paz. No te dejes engañar por falsos profetas y falsas profecías. Jesucristo es el único camino que te conduce a la vida. Él es la verdad. Confía en Él y nunca quedarás defraudado. 

Proponte conocerlo cada día más, a través de su Palabra y de la verdad revelada en el Magisterio y la Tradición de la Iglesia, en la oración y en la maravillosa experiencia de vivir la Santa Misa con devoción, recibiéndolo y adorándolo en la Eucaristía.

Tú eres una oveja de su rebaño. Él te conoce y te ama. Conócelo tú para que lo ames, para que lo reconozcas en el prójimo, cuando escuches la voz del necesitado que te pide ayuda, y entres por la puerta de la caridad al Sagrado Corazón de Jesús, la puerta que te lleva al Paraíso».