29/11/2024

Jn 16, 23-28

EVANGELIO

El Padre mismo los ama, porque ustedes me han amado y han creído que salí del Padre.

Del santo Evangelio según san Juan: 16, 23-28

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo les aseguro: cuanto pidan al Padre en mi nombre, se lo concederá. Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.

Les he dicho estas cosas en parábolas; pero se acerca la hora en que ya no les hablaré en parábolas, sino que les hablaré del Padre abiertamente. En aquel día pedirán en mi nombre, y no les digo que rogaré por ustedes al Padre, pues el Padre mismo los ama, porque ustedes me han amado y han creído que salí del Padre. Yo salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre”. 

PREGONES (Reflexión del Santo Evangelio según san Juan 16, 23-28)

«Jesucristo es el Hijo de Dios, que salió del Padre y vino al mundo para dar su vida por la salvación de los hombres. Que resucitó y subió al cielo para volver a su Padre con su cuerpo glorioso, porque tanto amó Dios al mundo, que le dio a su único Hijo para salvarlos. Y el Hijo, siendo Dios, adquirió la naturaleza humana para siempre. 

Jesús es el mediador entre Dios y los hombres, y todo lo que le pidan en su nombre se lo concederá, porque el Padre se complace en el Hijo y en todos los que aman al Hijo y creen en Él.

Dichoso seas tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá. Y Él te ha dicho que todo lo que le pidas al Padre en su nombre Él te lo concederá. 

Entonces pide, porque todo el que pide recibe. Cree también esto, aunque seas indigno de recibir lo que has pedido, y no lo hayas merecido, porque un padre al darle a un hijo se siente complacido. Pero pide con sencillez, con rectitud de intención, y con todo tu corazón. 

Pide con insistencia, y nunca te canses de pedir. Pero espera con paciencia, porque el Padre en su infinita bondad y sabiduría, te dará lo que necesitas en el tiempo justo y del modo que sea mejor para ti, porque te ama. A Dios le gusta que le pidas con confianza, porque así demuestras que verdaderamente crees en Cristo y en sus palabras. Pide presentando tu ofrenda: el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, porque es la única ofrenda agradable al Padre».