Mt 1, 16. 18- 21
Mt 1, 16. 18- 21
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EVANGELIO

Ella ha concebido por obra del Espíritu Santo

+ Del santo Evangelio según san Mateo: 1, 1-16. 18-23  

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar Fares y a Zara; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz; Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al rey David. 

David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manases, Manasés a Amón, Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos durante el destierro en Babilonia.

Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matan, Matan a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.

Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.

Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.

PREGONES (Reflexión del Santo Evangelio según san Mateo: 1, 1-16. 18-23)

«La genealogía de Jesucristo deja constancia de que Él es verdadero hombre, nacido de una mujer llamada María; y que también es verdadero Dios, quien tuvo por padre putativo a José, esposo de María, porque fue engendrado, no por la intervención de ningún hombre, sino por obra del Espíritu Santo.

Todo cristiano debe creer entonces que María es Siempre Virgen y Madre de Dios, que fue sin pecado concebida, preservada inmaculada y pura toda su vida, y asunta al cielo en cuerpo y alma.

Todo hombre justo debe recibir a la Madre de Dios y cuidar el tesoro más grande de Dios, que es el fruto bendito de su vientre, y que es Dios con nosotros.

Abraza tú la fe en Jesucristo, acepta los misterios de Dios, cree en las verdades de fe y reconoce a tu Señor delante de los hombres, poniéndolo como centro de todas tus actividades, entregándole tu voluntad y tu vida. Entonces Él también te reconocerá ante su Padre Dios que está en el cielo.

Venera a su Madre, la Santísima Virgen María y a su padre José, quienes te han acogido como verdadero hijo, para cuidarte, protegerte y ayudarte a crecer en estatura, en sabiduría y en gracia, como lo hicieron con Él.

Defiende y protege la vida, porque por el sí a la vida nacieron la Virgen María y el Niño Jesús, para que se cumpliera el plan de salvación de Dios para el mundo, a través del sacrificio de su Hijo en la cruz, para darte la vida eterna».